El Clon

Soy el reflejo de un tiempo que ya sucedió. Una grieta en la conexión del pasado y el futuro, atrapado en un presente que se extiende hacia el infinito y parece jamás acabar.

Soy el estigma que la sociedad intenta curar con chorros de aguarrás y lambidas de cera caliente. Soy dos existencias en una sola y al mismo tiempo una persona que se bifurca en dos, como dos ríos que desembocan en el océano profundo y azul y mezclan sus aguas. Soy como las paredes del abismo que da la vida.

Soy aquel al que nadie quiere aceptar pero al que todos observan hipnóticamente. Soy embrujo de miga de pan y saciedad de leche tibia, pero a la vez hiedra venenosa y colinas de sal. Sangre coagulada que se licua bajo el sol del invierno y mancha los guardapolvos blancos de los médicos.

Soy aquel que camina con dos sombras a la luz de la luna, el sin reflejo en el sol de abril. Soy sesenta largas primaveras pero tan sólo treinta octubres. Soy esa dualidad que encarna la madre que mata a sus crías. Soy lo bueno y lo malo en un solo cuerpo, un Abraxas de bolsillo con movilidad reducida. Un chanta de supermercado chino, bibliotecario de patio de atrás. Soy la magia negra flotando en el andén de una estación de tren. Soy lo prohibido.