martes, mayo 26, 2009

De la Evolucion Religiosa

Para Dennett, del mismo modo que los animales (resultado de la selección natural) pasan de un estado salvaje (su ejemplo preferido es el bisonte) a un estado domesticado (la vaca), las religiones pasan de estados "salvajes" (las supersticiones) a estados de domesticación, y luego a un estado de "ingeniería genética", de manipulación consciente de sus contenidos. Por eso, según Dennett, "la religión es un fenómeno evolutivo".

ENCUENTRO CON EL FILÓSOFO DANIEL DENNETT. Alberto Rojo para Critica Digital.
Parece ironico y casi contradictorio pensar que la religion sea un proceso evolutivo cuando durante siglos diferentes exponentes relogiosos se han propuesto demostrar que la evolucion no es un concepto valido sino que es un mero cuento sin fundamento. Casi como un cazador cazado, cae victima de su propia negacion.

Me acuerdo cuando lei aquellos apuntes de Antropología Filosófica, en donde se explicaba que los saltos entre especies no eran posibles, es decir, que un ser inferior no puede dar origen a un ser superior. Y tambien me acuerdo como miraba con cara de culo a mi profesor cuando pretendia explicarme esa teoria, intentando sacarme de mi mas pragmatico agnosticismo.
Lo cierto es que me llamo sobremanera la atencion este recorte de la nota, por lo dualista del hecho, por lo contradictorio y por lo sencillamente cierto. Y ya lo saben, siempre acostumbro a interesarme por este tipo de contradicciones.

domingo, mayo 24, 2009

Origen de la historia

Extraido del mismo libro del autor citado anteriormente.

-Parece ironico recordarlo, pero el origen de mi nombre en realidad pasa por un defecto de un compañero de la secundaria. Mi apellido es Soñardo. Fernando Soñardo. Y este muchacho contaba con cierta dislexia en su haber, por lo cual se referia a mi en ocasiones como Soñador, intercambiando asi una letra por otra.
Mas adelante, fui victima de las gracias y chistes de los demas por mis eternos descuelgues y mis sueños despiertos. Era casi como un camino logico que terminaran llamandome Fernando el Soñador.

De las amistades

Extracto del libro "Conversaciones con Fernando El Soñador", de Edelmiro Carturrenz.

-Fue asi como poco a poco me fui dando cuenta, sobre todo con el paso de los años, de que mis amistades iban teniendo un lineamiento cada vez mas claro. Es decir, tenia varios amigos y de todas clases, pero el genero femenino tendia a ser cada vez mayor.
No se muy bien por que motivo, pero me resultaba mas complejo establecer un vinculo de confianza y entendimiento con una persona de mi mismo sexo. Mantenia aquellos tres amigos de siempre, esos que ves cada tanto y la quimica sigue intacta. Pero salvo por ellos, no adquiria confianza sobre nuevos hombres.
Sin embargo, las mujeres generaban -bueno, generan aun- sobre mi persona un vinculo mucho mas rico, mas sincero. Seguramente se deba a mi personalidad repleta de vicios femeninos, a mi histeria compulsiva, a la necesidad de complementos. Es asi que extiendo mis problemas, mis dudas, ante la vision ajena esperando que sean mejor comprendidos por las feminas.
Algun dia lograre quebrar el muro que me separa de mis pares y generare mejores vinculos, por lo pronto creo que ya hable suficiente, podemos dar por cerrado el capitulo de amistades?

lunes, mayo 18, 2009

No Te Salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
No congeles el júbilo
No quieras con desgana
No te salves ahora
ni nunca
No te salves
No te llenes de calma
No reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
No dejes caer los párpados
pesados como juicios
No te quedes sin labios
No te duermas sin sueño
No te pienses sin sangre
No te juzgues sin tiempo

Pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces no te quedes conmigo.

Mario Benedetti
Poemas del Alma

Hoy la literatura esta de luto. Es una frase mas que armada pero no por eso deja de ser cierta.
Quien sabe que caminos habras ido a recorrer ahora, entre soles y estrellas o mas alla del infinito. Pero sin dudas seguiras en movimiento, como tu obra, que siempre vigente, siempre eterna.
Recuerdo que la primera vez que lei este poema supe que iba a recordarlo toda mi vida. Una de las tantas cosas que Lau me hizo conocer y que por eso le estare siempre agradecido. Mas que un poema es un manifiesto de vida y cada vez que siento flaquear el animo voy a buscarlo y lo leo para recordar por que estoy aca.
Lo unico que puedo decir, lo unico que esta a mi alcance, es gracias.

viernes, mayo 15, 2009

Ya ves

Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también
me agota escuchar que todo va bien,
y ver tristes hombres mirando al sur,
y no existir si no me miras tú.

Ya ves, a veces me canso de perderte y saber
que estamos solos y no va a volver
Guevara para darme la razón
de no verte tendida en mi colchón.

Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si hoy se cae La Habana,
¿el día de mañana
quién será nuestro dueño?

Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.

Ya ves, a veces me canso de ser libre, de ser
libre para venderme y caer
muerto donde mi libertad prefiera,
siempre al otro lado de tu frontera.

Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener
valor para buscarte y cometer
todo delito que este amor exija.
"Quieta ahí, tus labios o la vida".

Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si arde Lacandona
si Marcos abandona,
¿quién será nuestro dueño?

Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.

Ismael Serrano
Un atrevimiendo contra Neruda tambien,
pero que le quedo muchisimo mejor...

miércoles, mayo 06, 2009

WALKING AROUND

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

Neruda

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Sucede que a veces me canso de ser hombre.
Sucede que a veces me canso de alguna gente que me rodea.
Me canso de las relaciones, me canso de los mismos problemas,
me canso de situaciones, contextos, discusiones.
Sucede que a veces me canso de ser hombre.

Sería hermoso poder fácilmente cambiar las cosas,
dar un golpe certero de inocencia a una mente rebuscada,
recorrer cielos en busca de aquel momento de gloria,
sería hermoso no cansarme de ser hombre.

[Un atrevimiento contra Neruda por SebaS - 13/04/05]

martes, mayo 05, 2009

Cancion para un Viejo Amigo

Recuerdas los tiempos en que, viejo amigo,
ardía en tu boca la azul madrugada.
Borracha, Afrodita reía y brindaba contigo
dejando el olor de otro cuerpo en tu cama.
¿Dónde encallaron esos días?
¿En qué luminosas playas?

Huyendo de ti y de la aurora, escapaste
buscando en mil bares el abracadabra
que detiene el tiempo, pero regresaste
y te encontraste a ti mismo esperándote en casa.
Y el alba sincericida
trajo su rutina y su ancla.

El amor es la piedra que Sísifo empuja.
El mundo el cascabel de un gato asustado.
Nadie nos avisó que amar es doler,
que crecer es aprender que para regresar,
y para casi todo, es tarde,
y aquello que no fue
nuestro más leal amante.

Así que brindemos ahora viejo amigo:
que acabe este otoño y resuelva el misterio
del eclipse en tu pecho, que aún no nos rendimos.
De la noche aprendimos viejos sortilegios
que ayudan a conjurar
al reloj y sus espectros.

Sísifo abandona hoy su piedra en la cima
y el gato se duerme esta noche en tus brazos.
Quizás tengan razón y amar es doler
pero quién diablos quiere regresar
si lo que cuenta es aprender
que no está perdido aquello que no fue,
que no está perdido aquello que no fue.


Ismael Serrano

domingo, mayo 03, 2009

Rayuela - Capitulo 90 (de mi ejemplar)

(...) En esos casos Oliveira agarraba una hoja de papel y escribía las grandes palabras por las que iba resbalando su rumia. Escribía, por ejemplo: "El gran hasunto", o "la hencrucijada". Era suficiente para ponerse a reír y cebar otro mate con más ganas. "La hunidad", hescribía Holiveira. "El hego y el hotro". Usaba las haches como otros la penicilina. Después volvía más despacio al asunto, se sentía mejor. "Lo himportante es no hinflarse", se decía Holiveira. A partir de esos momentos se sentía capaz de pensar sin que las palabras le jugaran sucio. Apenas un progreso metódico porque el gran asunto seguía invulnerable. "Quién te iba a decir, pibe, que acabarías metafísico?", se interpelaba Oliveira. "Hay que resistirse al ropero de tres cuerpos, che, conformate con la mesita de luz del insomnio cotidiano".

(...)

Ceder a la generosidad fácil y largarse a pegar carteles clandestinos en las calles le parecía una explicación mundana, un arreglo de cuentas con los amigos que apreciarían su coraje, más que una verdadera respuesta a las grandes preguntas.

(...)

Pero todo era escindible y admitía en seguida una interpretación antagónica: a carácter pasivo correspondía una máxima libertad y disponibilidad, la perezosa ausencia de principios y convicciones lo volvía más sensible a la condición axial de la vida (lo que se llama un tipo veleta) capaz de rechazar por haraganería pero a la vez de llenar el hueco dejado por el rechazo con un contenido libremente escogido por una conciencia o un instinto más abiertos, más ecuménicos por decirlo así.
"Más hecuménicos", anotó prudentemente Oliveira.

(...)

La falsa acción era casi siempre la más espectacular, la que desencadenaba el respeto, el prestigio y las hestatuas hecuestres.

(...)

Allí donde cierto tipo humano podía realizarse como héroe, Oliveira se sabía condenado a la peor de las comedias. Entonces valía más pecar por omisión que por comisión. Ser actor significaba renunciar a la platea, y él parecía nacido para ser espectador en fila uno. "Lo malo", se decía Oliveira, "es que además pretendo ser un espectador activo y ahí empieza la cosa". Hespectador hactivo. Había que hanalizar despacio el hasunto

(...)

"Mi fuerza está en mi debilidad", pensó Oliveira. "Las grandes decisiones las he tomado siempre como máscaras de fuga." La mayoría de sus empresas (de sus hempresas) culminaban not with a bang but a whimper; las grandes rupturas, los bang sin vuelta eran mordiscos de rata acorralada y nada más. Lo otro giraba ceremoniosamente, resolviéndose en tiempo o en espacio o en comportamiento, sin violencia, por cansancio -como el fin de sus aventuras sentimentales- o por una lenta retirada como cuando se empieza a visitar cada vez menos a un amigo, leer cada vez menos a un poeta, ir cada vez menos a un café, dosando suavemente la nada para no lastimarse.
"A mí en realidad no me puede suceder ni medio" pensaba Oliveira. "No me va a caer jamás una maceta en el coco". ¿Por qué entonces la inquietud, si no era la manida atracción de los contrarios, la nostalgia de la vocación y la acción? Un análisis de la inquietud, en la medida de lo posible, aludía siempre a una descolocación, a una excentración con respecto a una especie de orden que Oliveira era incapaz de precisar. Se sabía espectador al margen del espectáculo, como estar en un teatro con los ojos vendados; a veces le llegaba el sentido segundo de alguna palabra, de alguna música, llenándolo de ansiedad porque era capaz de intuir que ahí estaba el sentido primero. (...) "Hasta de la sopa hago una operación dialéctica", pensó Oliveira. De sus amantes acababa por hacer amigas, cómplices en una especial contemplación de la circunstancia. Las mujeres empezaban por adorarlo (realmente lo hadoraban), por admirarlo (una hadmiración hilimitada), después algo les había sospechar del vacío, se echaba atrás y él les facilitaba la fuga, les abría la puerta para que se fueran a jugar a otro lado. En dos ocasiones había estado a punto de sentir lástima y dejarles la ilusión de que lo comprendían, pero algo le decía que su lástima no era auténtica, más bien un recurso barato de su egoísmo y su pereza y sus costumbres. "La Piedad está liquidando", se decía Oliveira y las dejaba irse, se olvidaba pronto de ellas.




Hayer, por esas cosas de la vida (en realidad hesas), me hacorde de esto (o me lo recordaron) y hahora mientras lo leo no puedo evitar que una sonrisa se me escape. Seria dificil ignorar cuanto influyeron en mi vida estas palabras (hignorancia, hinfluencia) y cuantas veces me senti calcado a Horacio. Incontables son las veces que termine escribiendo en una hojita o simplemente en mi cabeza una serie de palabras con la hache fatidica. Por eso de dudar entre entrar en la acción, la imitación o la expectación (haccion, himitacion, hexpectacion), de los eventos o sucesos en mi vida, acontecimientos que quedan en el pasado o solo en mi imaginación (sigue creciendo la lista, heventos, hacontecimientos, himaginacion) o simplemente por eso de pasar de un chico centrado a un desequilibrado, cinico y egoista que encuentra metafisica hasta en una caja de fosforos (segun propia definicion de Cortazar en el mismo libro, unos capitulos antes).
Hamen... Hasi Sea...




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