Ladran Sancho…

…acólitos perros de azufre que pululan por el universo que creamos aquella noche sin decir más.
Ladran Sancho, señal de que una estrella más se apaga en el firmamento por culpa de un golpe de mala suerte que hizo cruzar el meteorito perfecto en el instante indebido.
Cuidado!! No por ladrar, perros de cacería nocturna de mariposas, dejan de servir a los más crueles demonios que reposan en mi cabeza luego de aquella aventura faraónica de intentar ser dos personas en una.
Muerden en abanicos bamboleantes los retazos de una historia y de un ser, destrozando en lagunas de barro y marea de sangre todo aquello que se les antoja.
Ladran Sancho, pero yo ya no cabalgo.