Y del gusto también. Ya pasó la visión, quedó atrás.
¿Cuántas veces un olor nos evoca a una situación anterior? ¿Miles?
El olor a jazmines en el aire recuerda a una Primavera lejana. El olor a pan recién horneado a las delicias del abuelo. El olor del mar a aquellas vacaciones en que dejamos de ser niños.
El olor que se percibe de repente como los anteriores. O el aroma que perdura y vuelve de a ratos, como el de tu perfume, que se queda impregnado en mi ropa por horas. El perfume de tu piel que también es especial.
Y el gusto, pequeños placeres que nos retornan de a momentos. O ciertos deslices que son recordados a cada rato, como el día después de una noche de borrachera.
Todos protagonistas de un fábula que no se atreve a contarse a sí misma y busca diferentes alternativas.
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