lunes, marzo 23, 2009

Clima enrarecido

Hace rato que vengo sintiendo esta sensación. Es extraña y creo que a muchos les debe suceder. Se siente acá en el pecho, un poco en la nuca, en los hombros, las rodillas, también aquí y acá, un poco más allá.

Algunos le llaman angustia, otros, inseguridad. Hay quienes le pueden decir preocupación y otros que se arriesgaran a ponerle temor. Pero lo cierto es que esta entre nosotros.

Realmente me es difícil expresarlo de manera entendible y correcta, siguiendo los lineamientos más líricos posibles, pero seguramente no me saldrá como quiero.

Hoy el mundo enfrenta una gran crisis, donde se pone en evidencia que todos estamos inmersos en el mismo sistema y nadie esta exento. Sin embargo, no es eso lo que me asuste. Como argentino, y con mi corta edad, he pasado por muchas crisis, por muchos periodos complicados y siempre salimos adelante. Cojeando, lastimados, como sea, pero nunca nos caímos en el abismo. Una crisis mundial es casi un juego para la Argentina.

Pero hoy, la situación me resulta poco alentadora. Mas allá de las crisis económicas, la crisis social e institucional esta afectándonos en todo. Vivimos en un contexto donde todos los valores y los principios se han perdido. Caminamos por filo de una navaja, con un gobierno presidido por un externo, que coquetea con la izquierda pero acciona (o reacciona) como la derecha, fomentando el separatismo y la violencia.

Tenemos una oposición desarmada, sin ideas concretas, llena de traidores, que se oponen por simple deporte o que son capaces de vender a su propia madre por un poco de poder. No hay ideas, no hay propuestas, solo hay vacío.

Llegamos a un extremo donde el respeto por la vida se ha extraviado en alguna esquina. Hay asesinos sueltos por todas partes. Asesinos de hecho, de derecho, de opción y sin alternativas. Hoy cualquier ladrón no se contenta con llevarse dinero o bienes, sino que debe también quedarse con la vida de la victima, como una suerte de trueque, porque alguien antes se quedo con la vida de ellos. Tenemos asesinos de guante blanco, que sistemáticamente depredan los recursos de una Nación enferma, que llevan a los más pobres y desamparados a quedarse sin opciones, sin alternativas. Los asesinos de ideas, que pretenden coartar la libertad de aquellos que quieren pensar. Los que complotan contra la vida con ideas tan descabelladas como la pena de muerte. Los que apoyan a gobiernos corruptos y se dejan engañar porque total, a ellos no los afecta. Y los asesinos pasivos, como yo y seguramente vos, que no hacemos nada para cambiar las cosas, solo sentarnos a deprimirnos, a sentir ese sentimiento raro acá… y allá…. y un poquito por acá al lado también.

Estamos ante una situación de quiebre. Este gobierno tira manotazos de ahogado constantemente. Pero es complicado cuando estos golpes se los pega en la cara al rescatista. Temo que puede suceder lo peor, que haya una salida poco ortodoxa (bueno, quizás en este país ya se haya vuelto ortodoxa) porque no le seria de nada bueno al país. Pero me cuesta vislumbrar un horizonte mejor.

1 comentario:

Lau dijo...

Para empezar: tus síntomas pueden asociarse a una de las tantas virosis que andan dando vuelta.
Ahora en serio. Es cierto. Lo que para un yankee es una crisis espantosa un argento la maneja de taquito y espera tiempos mejores. Es de pensar si realmente no nos perjudica el pensar y actuar así, ya que por otro lado si se avecina una verdadera catástrofe financiera y lo que sería peor, económica ni nos daremos cuenta hasta que estemos todos en el fondo del río (como en la Argentina de Tato).
A mi me terminó de caer la ficha ayer, cuando nico me hablaba de los precios y costo de vacacionar en Brasil sin privarte de nada. Manejaba cifras impensables; acá te vas a MDQ del orto y te matan. Yo estuve en Pinamar y más que agua mineral no podés consumir en los paradores. Siempre que a los argentinos nos resultó más barato irnos al exterior que movernos dentro de nuestro país es que realmente estamos para la MIERDA.