¿Seremos tan necios a veces? ¿Con qué motivos discutimos con las personas sobre cosas que sabemos que no van a cambiar?
Algunos, entre quienes me incluyo, tenemos tendencia a discutir con la familia sobre cuestiones existencialis-humanistica-politico-social-legal-psicologicas.
¿Es decir, a quienes vamos a conocer más que a la familia y qué círculo es más cerrado que ese? ¿Por qué nos trabamos en efusivas discusiones sobre diferentes puntos de vista? ¿Acaso si los convencieramos a ellos cambiaría algo?
Seguro que no, porque no creo que salgan a la calle a exponer nuestra postura como propia y convencer a otras personas.
Posiblemente se trate de cierta vergüenza a provenir de un mundo donde las opiniones son tan diferentes a las propias. O quizás simplemente uno esté acostumrbado a discutir con las personas que más confianza le generan.
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