Ser como esa gente, tan sencilla, irremediablemente tonta o hueca, vacía. Sin enrollarme ni pensar. Pero no me sale.
O como esa otra gente, que se enamora completamente en cada oportunidad, que cada persona que conoce es la persona de su vida. Pero no me sale.
A veces me gustaría ser otro, o ser yo mismo. Pero ninguna de las dos cosas me salen.
3 comentarios:
Sabés que sí. Yo pensé tantas veces en que es mejor ser como la gente del primer grupo.
O esa gente que tiene que preocuparse tanto por llevar la comida a la casa, cuidar de los chicos, limpiar, cuidar a algún enfermo.... que no tiene tiempo para pensar "pavadas". Llega la noche y se duermen antes de que su cabeza roce la almohada.
Pero si así fuera no existirian los filósofos.
Estoy tan eternamente lejos de ser un filosofo yo...
Menos mal :P
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